Vos nunca me entendiste. Quise explicártelo pero me callaste la boca con un beso y obstruiste cada poro de mi piel con tu sudor. Quise susurrártelo todo, pero no pude. Era tan fácil, pero siempre me asustaste; tus pequeños ojos oscuros eran más inquisidores que francos. Fallé, sí, pero porque tú no me dejaste otro camino. Si tal vez me hubieses oído, si yo hubiese tenido la valentía de decirte que te quiero, matizando que te quería con amor y no con deseo....
....
era un laberinto
martes, 20 de enero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Esto es vida real, y esto ficción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario